Palabras del Sr. Ángel Cortadelles, Director General de Relacions Internacionals, con motivo de la Celebración del 45° aniversario de la Casa Catalana en Zaragoza
Sr. Jordi Oriol, presidente de la Casa Catalana de Zaragoza, representantes del Ayuntamiento de la ciudad de Zaragoza, amigas y amigos todos.
Ante todo quiero agradecer vuestra invitación a participar en la celebración del 45 aniversario de la creación de la Casa Catalana de Zaragoza. Es para mi un honor representar al Govern de Catalunya en este acto y expresar a toda la comunidad catalana y a los amigos y amigas de Catalunya que el Govern está a su lado, que agradece a todas las personas protagonistas los 45 años de trabajo realizado al tiempo que las anima a segutir adelante con el trabajo que queda aún por hacer.
Quiero hacer extensivo mi agradecimiento a todos los asistentes por su presencia hoy aquí y su deseo de estar junto a la Casa Catalana en su aniversario compartiendo con nosotros la alegría de esta celebración.
El año 2008 es muy especial para Zaragoza y Aragón: es el año de la Exposición Internacional de Zaragoza que bajo el titulo “Agua y desarrollo sostenible” se dedicará íntegramente a la reflexión y sensibilización sobre un tema tan actual y crucial para el futuro de nuestro planeta como el del agua. La importancia de reconocer el trabajo que tenemos pendiente para poder legar un mundo mejor a nuestra descendencia, podrá visualizarse y ser comprendido en este magno acontecimiento. Espero y deseo que las reflexiones y el aprendizaje de estos meses de exposición contribuyan a garantizar un futuro de esperanza a las generaciones futuras. Como no podía ser de otra forma, el Govern de la Generalitat de Catalunya estará presente en este acontecimiento colaborando en su éxito educativo y de sensibilización.
Cuento entre mis responsabilidades con la de dar apoyo a las Comunidades Catalanas en el exterior. Esta responsabilidad me permite viajar y conocer realidades muy distintas, pudiendo apreciar las diferentes formas de funcionamiento y gestión de los Casals Catalans en cada lugar así como la acogida que reciben en las distintas comunidades. Esta experiencia me ha permitido detectar una cierta incomprensión en algunas partes del estado español hacia todo aquello que hace referencia a Catalunya y esta constatación es sin lugar a dudas muy preocupante. En este sentido, y con ánimo constructivo, permítanme hacer algunas reflexiones de forma general al respecto.
¿Por qué hay que justificar que cada cual, cada comunidad, sea como es? ¿Por qué hay que justificar la lengua que se habla? ¿Será que los catalanes tenemos que justificar el porqué de lo que hacemos por el solo hecho de ser catalanes? ¿Tanto cuesta admitir que cada persona es como es por su historia personal y por su elección de hablar y escribir en la lengua que libremente escoja y no tener que dar explicaciones por ello continuamente? ¿Tan errónea es la visión que se da desde Catalunya al resto del estado español, que ésta no se aprecia como una tierra de acogida, donde personas de múltiples y diversos orígenes conviven y trabajan para poder construir un futuro mejor en común? Creo que algo falla en el respeto por la diversidad y en el reconocimiento de la realidad plurinacional y pluricultural que configura el estado español. Es por ello que necesitamos la colaboración de la buena gente que defiende que cada persona o comunidad es libre de ser como quiera ser y no por ello ha de ser estigmatizada. Espero que todos ustedes, con su buen quehacer diario, sepan encontrar el camino del respeto a la diversidad y la comprensión hacia la realidad multicultural del estado. Debemos asumir que nuestras comunidades serán cada vez más diversas y en este reto podemos encontrar una oportunidad de riqueza en lugar de un problema.
LAS COMUNIDADES CATALANS EN EL EXTERIOR (CCE)
Hoy los casals catalans continúan siendo una valiosa representación de Catalunya en todo el mundo. De hecho, la inclusión entre sus objetivos estatutarios del mantenimiento de lazos culturales, sociales y económicos con Catalunya, su gente, su historia, su lengua y su cultura, y con cualquier otro aspecto de su realidad nacional son requisitos para el reconocimiento oficial de los casals calalans.
El hecho de ser representantes y promotores de la cultura catalana en los lugares más dispares del mundo permite que las CCE ejerzan la diplomacia pública, es decir, que sean una representación no gubernamental de nuestro país en el exterior. Pero ello no es impedimento para que pidamos a sus miembros una implicación plena en la sociedad que les acoge. Las CCE deben ser entidades activas, implicadas también ,junto a las comunidades que las acogen, en la construcción de un futuro mejor. Los casals catalans no pueden ser guetos cerrados donde recordar con añoranza la tierra que en su día dejaron. Al contrario, su espíritu debe ser el de plena apertura y implicación con una sociedad a la cual explicar y difundir la cultura catalana pero con la absoluta comprensión y reconocimiento hacia la cultura local. Es más, las CCE han abrirse a la participación de todas aquellas personas que deseen sumarse a la tarea de dar a conocer y difundir la cultura catalana favoreciendo, así, el intercambio de conocimientos y la comprensión entre culturas. El Govern de la Generalitat de Catalunya siempre dará su apoyo a aquellas comunidades que se impliquen en la consecución de este doble objetivo: difundir la cultura catalana a través de la plena implicación en la sociedad que las acoge.
Solo me queda expresar nuevamente mi enhorabuena a la Casa Catalana de Zaragoza por el u-abajo hecho y por todo el que se realizará en el futuro. Les pido que sean agentes activos en la construcción de una sociedad más respetuosa con la diversidad y con ello poder garantizar un futuro mejor basado en el respeto mutuo.
Finalmente, les deseo que puedan vivir y trabajar durante muchos años más en una tierra amiga como es Aragón, llevando siempre a Catalunya en su corazón.
Zaragoza, 24 de febrero de 2008